A pesar de que lo que quedará de este partido, es la gran remontada estudiantil, perdíamos de 21 en el minutos 24 del partido, a mi me gustaría que nos fijáramos en los ocho puntos, ocho ridículos puntos, que hemos metido en el primer cuarto o los veinte a los que hemos llegado cuando el partido se iba al descanso, la nula capacidad reboteadora del equipo en esta primera mitad, y en general, la pésima imagen del equipo.
Hasta que no llegó la técnica, injusta por otro lado, a Jaime Fernández, solamente una pequeña reacción del equipo al inicio de la segunda mitad, era lo bueno que, por parte estudiantil, se podía valorar.
La primera mitad es muy difícil de explicar, simplemente, un equipo jugaba, poco pero jugaba, y otro no hacia nada bien, ni defendía, ni reboteaba y por supuesto, ni anotaba, vamos que no hacía nada de nada, todos los jugadores eran sombras.
Antes de comenzar la segunda mitad, hubo un hecho muy clarificador para ver quien lleva los galones en este equipo.Germán Gabriel llamó a todos sus compañeros, los reunió cerca de la "bombilla" y con claros gestos de fuerza y animo, alentó a "sus tropas" a una remontada en la que pocos creíamos.
Como he dicho, la segunda mitad comenzó con mucho ritmo por parte estudiantil, pero pronto Lagun Aro volvió a tomar las riendas, y se puso con 21 puntos de ventaja y poco más de 15 minutos por jugar. En ese momento llegó la acción que cambió el partido, Mitjana pita personal a Jaime Fernández, y este un tanto airado, le protesta, pitándole la técnica que significaba su quinta falta y por tanto su descalificación. En ese momento, el Estu y el público cambiaron, el equipo empezó a defender un poco mejor, a rebotear (gran trabajo de Germán y Jiménez) y con un poco más de acierto en el tiro por parte de Wright, Flores y el citado Germán. De ahí al final, vendaval del Estu y victoria agónica e increíble, aunque también habrá que poner en el debe de Lagun Aro, como ha dejado remontar un partido que a falta de 15 minutos lo tenía ganado.
Lo dicho 62-58, pero la victoria y la remontada no nos pueden ocultar lo pésimo de la primera mitad y que no siempre el rival se va a asustar cuando nos encorajinemos y le ponga lo que hay que poner para vencer en un partido.
Y un apunte final, ante la debilidad de nuestros hombres interiores, la mayoría del partido, y sobre todo cuando se ha remontado, el único pivot verdadero era Germán y ayudado por Jiménez y Wright, con malisimo partido de Simons y Clark (Driesen no jugó ni un minuto).
Esperemos ir mejorando poco a poco. Con lo que me quedo hoy, es con las ganas y el carácter demostrado en los 15 minutos finales y con la victoria que era muy importante.
NO ME LLAMES LOCO, LLÁMAME DEMENTE.